¿Cómo dejar de ser tan reactivo todo el tiempo?
Como interpretamos las situaciones, juega un rol vital en nuestro tiempo, energía y atención. Mientras que puede ser muy claro entender cuáles son nuestras intenciones ¿qué tan seguido consideramos cuáles podrán ser las intenciones del otro?
Cuando estamos manejando y otro conductor se interpone en nuestro camino ¿su intención fue agredirnos? O el familiar que insiste en comentar nuestra vida romántica ¿ su objetivo será hacernos enojar?
Nuestras creencias sobre las intenciones de los demás, pone el tono de cómo nosotros percibimos un e-mail, una publicación en red social, o hasta una falta de respuesta. Pero nuestras percepciones también hablan de nosotros mismos y cómo interpretamos el mundo y la condición humana.
En lugar de acumular resentimientos y enojo, por qué no hacer algo al respecto.
Acá hay 6 tips que te podrán liberar:
1. Tómate un momento
Antes de sacar conclusiones pregúntate: ¿Qué se de esta persona? Y ¿qué pienso que están tratando de hacer? Es muy difícil llegar a conclusiones sin información.
2.Evalúa tus creencias
¿ Bajo que verdad evalúas la vida?
Debemos de responsabilizarnos de nuestro marco de referencia. En momentos proyectamos en los demás situaciones que simplemente no están ahí.
3. Practica la compasión
No todo lo que hacen los demás es intencional, los accidentes también pasan y los demás también tienen estrés, distracciones y preocupaciones.
4. Pide clarificaciones
A veces es mejor preguntarle al otro ¿qué buscaba alcanzar o cuáles eran sus intenciones? Quizá te conteste o no. Quizá está será una oportunidad para formar una relación más íntima. Es bueno dar la oportunidad.
5. Adelántate
Comentarios como “No pretendo sonar crítica, pero quiero entender…” o “Ayúdame a entenderte desde tu perspectiva” o “Es mi intención que en esta reunión las ideas fluyan con más facilidad y todos tengan la oportunidad de hablar”. Estos comentarios pueden poner el tono para neutralizar hostilidad en un tema sensible.
6. Conviértete en el cambio
Moldeamos nuestro propio destino si practicamos más amor y empatía. Expandiendo nuestro conocimiento acerca de los demás en lugar de actuar en base a prejuicios o interpretaciones personales, es una muy buena forma de comenzar a hacerlo.
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